Con la visita a Dublín acabamos un viaje de una semana, en la que hemos visitado una pequeña parte de un país, Irlanda, que nos ha gustado mucho.

Cómo siempre nos quedamos con ganas de más, pero es una buena excusa para volver.

Glendalough o el propio Dublín, que nos gustaría explorar con más detalle, además de zonas como Cork o Irlanda del Norte que no pudimos visitar, se quedan en el tintero para un próximo viaje.

Hoy era día de aeropuertos, dejamos por la mañana a un par de miembros del grupo, nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores y devolvimos la furgoneta bajo una intensa lluvia.

Unas horas más tarde, después de comer algo en el aeropuerto, dejamos a los otros dos miembros que quedaban y nos fuimos al hotel.

Decidimos quedarnos una noche más para asegurarnos ser los últimos en volar, por si alguien tenía problemas con el vuelo.

El shuttle del hotel nos lleva al Roganstown hotel en el que pasaremos la noche.

Es el momento de relajarse un poco, pasamos un rato en la piscina, cenamos, nos tomamos una cerveza y a dormir prontito.

Mañana a primera hora volaremos de vuelta a Bruselas a volver a la realidad :).

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